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Hay veces que no podemos prevenir los acontecimientos de la vida. Nos jugamos de cabeza a algo, sabiendo que nos puede salir bien o mal. No sabemos lo que nos depara el futuro. Nos arriesgamos, sabiendolo que podemos ser super felices, como tambien sabemos que podemos perderlo todo. Pero bueno, de eso se trata un poco todo eso, no? de ganar y perder. Jugarnoslas, apostar por lo que queremos. Cuando empezamos una relación por ejemplo, nos arriesgamos. Sabemos que no va a durar para toda la vida, al menos no a los 15 años; pero tambien sabemos que podemos ser felices junto a alguien. Tener a alguien a nuestro lado. Alguien que nos quiera, alguien que se preocupe por nosotros, alguien a quien le importemos de verdad. Sin embargo, aunque de antemano sepas que no dura para siempre, cuando termina, nos duele en el alma. Nos acordamos de los momentos vividos, de lo que quisimos a esa persona, de las esperanzas que teniamos sobre la relacion, en fin.

Realmente no tiene importancia el tiempo que duró, sino el amor que sentimos por esa persona, las ilusiones que teniamos. De todas formas, la vida es corta, y no hay que pasar el tiempo amargandose por algo que no lo vale, sobretodo cuando nos queda mucho por vivir, y todo lo que venga, va a ser mejor.