Todo llega.

En otra cosa que tambíen estuve pensando mucho es en que yo siempre sostuve que si algo no se tiene que dar no se da, que todo pasa por algo y todo tiene un por qué, una causa y una consecuencia. Ahora más que nunca siento eso. Porque el tiempo acomoda las cosas solas. Las cosas fluyen, las relaciones se van dando, o se cortan. Si tiene que ser pasa, sino no. Tiene mucho que ver con lo que me está pasando ahora. Con la relación que estoy fomentando con cierto chico. En el hecho de habernos hecho tan amigos en tan poco tiempo, y que el año pasado cuando tuvimos la oportunidad, no lo fuimos. Porque no tuvo que ser. Tuvo que darse ahora, y estoy segura de que tiene un por qué. Y ahora me arrepiento y pienso en por qué no se dio el año pasado, no nos hicimos super amigos como somos ahora en ese momento, y por más arrepentida que esté, no es mi culpa. Fue culpa de la situación, del momento, de lo que nos pasaba en ese entonces. No supimos aprovechar la oportunidad, pero tampoco se puede obligar a que se dé algo que no tiene que darse todavía. Sinceramente no sé por qué, teníamos verguenza, o el motivo que fuese, pero casi ni hablabamos, y ahora, de la nada, se dió, somos más amigos que nunca. Y está buenísimo eso, porque aunque no podamos estar juntos todavía, estoy segura de que va a pasar. Tengo fé, y sé que las cosas van a terminar bien. Va a pasar lo que tenga que pasar. Y por más que me muera de ganas, sé que vamos a hacer las cosas bien, y vamos a esperar al momento indicado, que sé que va a ser muy pronto. Todo llega.